Mi Condición Vs. Mi Posición

29.09.2018

Por: Magdielys Leira

Dice la palabra de Dios, que "a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios; Juan 1:12"

Si a los años los definiéramos por sus sabores, algunos dirían que este año ha sido un año agri-dulce, y algunas veces insípido, y simple. Sé que a muchos de ustedes les pasa que viven años así, o quizás no, quizás el sabor de este año para ti sea amargo, ó muy ácido, ó ¿Por qué no?, un año dulce y acaramelado. No importa el sabor de los años, todos los sabores son necesarios para ser probados y sea como sea, no dura para siempre.

¿Qué es eso que le da el sabor a tu año?, ¿Qué ha sucedido este año que ha hecho que su sabor no sea el mejor, y a veces intragable?, ó quizás, ¿Qué es lo que ha pasado, que ha sido dulce y acaramelado?.

Hay estaciones cortas y a veces largas, que están glaseadas de sinsabor, pueda que hayas dicho alguna vez: "Parece injusta mi realidad", "No puedo asimilar lo que sucedió", "No creo que Dios me esté oyendo", "¿Qué estás haciendo Señor?", "¿Dónde estás Señor?", "¿Qué hice para merecer esta desdicha?.

¿Te sientes identificado(a)?, es innegable que a todos nos lleguen estaciones así, momentos así, o años así. Estamos viviendo en una sociedad terriblemente quebrada, abollada, golpeada, estropeada. Una vez me senté a pensar si esto fué lo que mi Dios soñó. En mi mente sucedió un estallido, algo así como un corto circuito en mi cerebro e hice repetitiva la frase "No es posible, Dios no deseaba esto", una y otra vez, hasta que al encontrarme con su voz, con su corazón, pude descubrir su idea de la Vida.

Nada tiene más sentido, que conocer realmente la mente maestra de un mundo ideal, que aunque nadie esté experimentando hoy, es una promesa muy cercana a cumplirse. Estamos en lo que se llama el éxodo espiritual, y más gráficamente lo podemos entender, al ver lo que Dios trazó en las escrituras con el éxodo de Israel hacia la tierra prometida, ¿Lo puedes ver?.

El regreso a nuestra tierra prometida, a nuestra sociedad justa y estable puede ser complejo, pero Dios se ha comprometido con nosotros, en estar con nosotros, en perfeccionarnos (Filipenses 1:3-11). A ÉL no le cuesta amarnos y nos devolvió la posición privilegiada que teníamos, a través de Cristo. ¿Lo crees?, Él nos devolvió la "Posición" que teníamos cuando nos pensó en la creación, esa posición privilegiada de ser sus hijos, su obra maestra, perfecta y equilibrada.

Al meditar en esta verdad, se recompone mi espíritu, la vida aún con sus fracasos y mezcla de sabores se hace digerible. Es posible continuar de vuelta a la tierra prometida cuando he sido inyectada de esta profunda afirmación de parte de Dios.

Hoy, y cada día, recuerdo que, no se trata de mi condición, sino de mi posición, no se trata de mi condición de carencias, de inestabilidad, de circunstancias, de desdichas, de sinsabores, de mi inexperticia, de mis flaquezas, etc.. Se trata de que soy Hija de Dios, esta es la dicha, es mi Posición de Hija, de que soy privilegiada por pertenecer al Maestro de la buena vida, al Elohim, Elyon, Jireh, Nissi, Shalom, Shaddai.

Finalmente, debemos tomar el texto de Juan 1:12, y no solo marcarlo en la Biblia, hay que marcarlo en el corazón como un tatuaje imborrable que se nota en nuestro andar por la vida.

Es tu POSICIÓN, no tu CONDICIÓN la que define tu individualidad, lo que significas en la tierra y fuera de ella, y sobre todo, lo que ha hecho Dios de ti desde antes de la fundación del mundo. Y no olvides que su compromiso con nosotros su pueblo, es el de perfeccionarnos día con día. (Filipenses 1:6)

Entre tu condición y tu posición, tu condición es pasajera, mientras que tu posición, ha sido sellada como ETERNA!.

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